Brexit y sus efectos han sido analizados desde la perspectiva política, financiera e internacional. A todos nos causó sorpresa ver cómo en Inglaterra, país de una larga cultura democrática, prosperaran consignas populistas, nacionalistas y antiempresa. Esto me ha hecho pensar que tal vez estamos enfrentando de manera incorrecta las expresiones del populismo. En efecto, necesitamos volver a conectar nuestro sistema capitalista, con el crecimiento de las personas y de las naciones, lo que sería el pilar fundamental de la democracia liberal. En este sentido, estoy convencido que si bien los políticos, organismos internacionales y medios de comunicación tienen una directa responsabilidad en este fenómeno, las empresas globales tienen mucho que aportar en generar alternativas que incidan en el bienestar de las familias. Les invito a leer mi colaboración en Fortuna y Poder.