Domando al caballo… y al mercado.

El lunes pasado comenzaron las reuniones y entrevistas que desarrollaré a lo largo de estas semanas en varias ciudades de EUA, gracias al Eisenhower Fellowship que me fue otorgado.

Mi objetivo consiste en profundizar en la expansión de una red en la que los valores de confianza, responsabilidad e integridad sean la moneda de cambio e incentivos de una nueva cultura y entorno de negocios en México. Para cumplir con la meta, durante estas semanas me reuniré con empresas, líderes del Better Business Bureau (BBB), reguladores, académicos, cámaras y organizaciones, para identificar los incentivos y restricciones que existen en el mercado de EUA, mismas que le han permitido contar con un mercado dinámico, crecimiento e innovación en negocios, eficacia de los reguladores y así, ampliar la satisfacción de los consumidores.

En esta semana que concluye, tuve una plática en extremo interesante con el Presidente de la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC, por sus siglas en inglés), Elliot Kaye. Sin duda alguna, se trata de una agencia de gran prestigio y reputación, cuyas políticas no solo son reconocidas en EUA, sino que es un referente en todo el mundo. Con el Presidente Kaye reflexioné sobre el valor de la seguridad en la relación entre empresas, consumidores y reguladores. Sin duda es un tema clave en la construcción de confianza y en el cual existe un gran potencial para fortalecer la cooperación regulatoria y educación de empresas y consumidores entre los tres países de TLCAN.

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Por el otro lado, me dio mucho gusto regresar a una institución que no solo le tengo un gran reconocimiento y admiración, sino también cariño. Asistí a la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés). Desde la entrada queda manifiesto el simbolismo de esta institución.pues uno se encuentra con una magnífica escultura de un hombre domando a un caballo, mediante la cual se representa la forma en que se controla la economía. Sin duda alguna, la FTC ha sido fundamental para que los negocios no hagan prácticas monopólicas o depreden a sus competidores, así como para evitar que las empresas incurran en prácticas inequitativas o engañosas. En esta reunión me reuní con varios funcionari@s, entre quienes tuve el placer de tener una maravillosa plática con la Comisionada Terrel McSweeny.

Además participé en una mesa redonda en la Oficina para la Empresa Pequeña (SBA, por sus siglas en inglés), la cual fue fundada justamente por el entonces Presidente Eisenhower, y que se encarga de promover el emprendedurismo y la innovación, así como la vinculación de emprendedores con los sectores estratégicos de la economía. Sin duda alguna, nos llevan en EUA varios años de ventaja en promover estas políticas, pero nunca es tarde, por lo que en México es oportuno estudiar a fondo los éxitos y fracasos que ha tenido esta agencia, para que nuestros pasos puedan ser más contundentes.

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Por último, también tuve una reunión a nivel estatal que me ayudó a ver la regulación y operación de los servicios públicos desde otra perspectiva. En efecto, tuve una excelente plática en la Comisión de Servicios Públicos de Maryland, con la Comisionada Anne Hoskins, con quien estuvimos dialogando sobre cómo se regulan los servicios públicos desde lo local, con el objetivo de generar los mejores estándares posibles, y que puedan converger gobierno, empresas y usuarios. Es una tarea en extremo compleja, un arte diría, pues el objetivo de fortalecer los servicios públicos, tiene que ser consistentes con buenas condiciones para el proveedor e inversionista, pero también para los consumidores.

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Durante estas semanas les iré compartiendo mis experiencias.

¿Cuál es la Responsabilidad Social de las empresas con el consumidor?

La agenda de Responsabilidad Social Empresarial avanza de manera constante en el país. Es una visión empresarial que ha llegado para quedarse y perfeccionarse. Sin duda, las empresas tienen múltiples responsabilidades que cumplir en torno a esta agenda, pero de manera específica, ¿cuál es la responsabilidad social de las empresas con el consumidor?

En nuestro país, el espacio para innovar y generar estándares desde el ámbito privado son reducidas, dada la gran cantidad de normas y reglas escritas que existen. De ahí que las empresas se preocupan más por cumplir la ley, que por identificar qué estándares propios o industriales pueden generar mayor lealtad de los consumidores. Lo anterior, dado que las regulaciones prevalecientes son de carácter social, y por tanto son obligaciones que las empresas deben cumplir. Lo anterior no debe ser un impedimento para que las empresas impulsen nuevos paradigmas. Los invito a leer en «Corresponsables«, sitio líder en el país en la materia, mi columna sobre la responsabilidad social de las empresas con los consumidores.

Las reformas que se avecinan.

El lunes pasado participé en el Senado de la República en el «Foro sobre reformas a la Ley Federal de Protección al Consumidor». El evento fue convocado por el presidente de la Comisión de Comercio y Fomento Industrial, Sen. Héctor Larios. Este espacio tuvo como objeto profundizar en el análisis sobre la iniciativa de reformas a la ley que se presentaron el año pasado, promovida por la Sen. Ana Lilia Herrera. Sobre el particular he comentado en otras ocasiones, que la propuesta incluye una serie de temas muy importantes en la agenda de protección al consumidor, como seguridad de producto, comercio electrónico, ventas directas, entre muchos otros. Esta iniciativa tiene muchos aciertos y oportunidades. Sin duda se trata de una propuesta que generará amplia discusión. Lo que hay que tener claro es que se observa un real interés en el Senado de propiciar mejoras a la actual ley. Al respecto hay que tener varios aspectos a dar seguimiento. Como consumidores, estar atentos de los sectores de mercado que se considera están enfrentando mayores riesgos o abusos en la actualidad. Para las empresas, tener claro que esto implicará nuevas responsabilidades administrativas, que incidirán en la industrialización y comercialización de bienes y servicios. Para los reguladores, identificar las áreas de convergencia y complementariedad en las políticas públicas.

Por último, como lo mencioné ayer, resulta fundamental cambiar el paradigma de relación de la Profeco con las empresas. Debe basarse en la buena fe, y reconocer la libertad empresarial como un derecho humano y por tanto entender que su limitación o restricción amerita justificaciones claras y proporcionales. En este espacio iré informando sobre la evolución de estas discusiones.

Los reguladores que protegen al consumidor.

En este Día Internacional del Consumidor dedico mi análisis a entender el mapa de agencias de reguladores que inciden en nuestra protección, ya sea mediante tutelar la competencia en general o nuestros derechos en particular, o atender temas muy especializados, como telecomunicaciones, energía y por supuesto los riesgos sanitarios. Esto nos permite tener como consumidores y empresas mayor claridad de a quién dirigirnos o qué aspectos regulatorios cuidar su cumplimiento. Les presento mi colaboración: Los Reguladores que Protegen al Consumidor.

Herencia compartida entre EUA y México: rumbo a un mundo de negocios sin fronteras.

Ayer tuve el honor de ser conferencista en el McCoy College of Business, de la Texas State University, en su Business Leadership Week.

La invitación me llamó de sobremanera la atención, pues fue en homenaje al trabajo de un líder de origen mexicano, Tomás Rivera, quien durante su vida académica en EUA (tanto en Texas, como en California), buscó generar puentes entre ambas naciones. En este contexto, me invitaron para que expusiera porqué razones estamos construyendo y desarrollando el Better Business Bureau (BBB) en México.

La reflexión que hice partió de explicar las grandes diferencias que existen en materia económica, política, social, legal y para los negocios, entre ambos países. Uno de los aspectos de mayor relevancia en esta comparación es la gran cantidad de regulaciones que existen en México (de acuerdo con el índice de libertades económicas del Cato Institute estamos por encima del lugar 90). Esto significa que sobrerregulamos nuestra vida económica y empresarial. Así que enfrentamos una contradicción, pues por un lado impulsamos desde hace varios años una profunda apertura comercial, mediante tratados. Por el otro, en el ámbito interno, ya sea federación, estados o municipios, ponen un yugo regulatorio muy fuerte a la actividad empresarial, lo que propicia su asfixia. Las regulaciones son restrictivas y no generan los incentivos para emprender ni abrir un negocio. Esta es una de las verdaderas razones de las migraciones, las graves asimetrías en la productividad y de la incapacidad de que los mexicanos desarrollen proyectos empresariales competitivos.

En este contexto, la importancia de contar con una BBB consiste en apoyar a los empresarios y profesionistas mexicanos que están comprometidos a hacer las cosas de manera correcta, a promover mejores prácticas comerciales, ética empresarial, en fin, una verdadera comunidad de confianza. Justamente con BBB queremos contribuir a cambiar la cultura empresarial, para que los incentivos se alineen en favor del emprendedurismo, legalidad, información y satisfacción de los consumidores. Queremos que BBB contribuya a generar incentivos positivos tanto de los consumidores, como de los negocios y profesionistas.

Los alumnos estuvieron muy participativos y con ganas de involucrarse con nosotros desde allá. Claro que estaremos encontrando fórmula de incorporar jóvenes tan talentosos.

Discutamos la Competencia.

Ayer tuve la oportunidad de participar el el programa Espiral, conducido por Ricardo Raphael. El tema sobre el cual reflexionamos es el de las recientes reformas en materia de competencia económica. ¿Es suficiente reformar la ley para que se decrete la competencia en los mercados? ¿Es un tema institucional, de incentivos o cultural? ¿México tiene una visión unívoca en la materia? ¿Cómo podemos avanzar en empresas que sepan competir más y que esto genere mayor beneficio social?

Estos son algunos de los aspectos sobre los cuales se reflexionó junto con la Comisionada Presidenta de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), Alejandra Palacios, Manuel Molano del IMCO, Lucía Ojeda de SAI Consultores y su servidor. Este tipo de reflexiones son fundamentales, pues si bien el tema de competencia económica es de alta complejidad técnica, también debe evaluarse desde un punto de vista de modelo de sociedad y mercado.

¡Rompamos el legado mercantilista y construyamos el del liberalismo!

En América Latina, en general, y en México, en particular, las políticas y programas gubernamentales que buscan atender nuestros graves problemas estructurales, están contaminadas por fantasmas y mitos de nuestro pasado, y por eso a la clase política se ha especializado en manipular y pelear contra molinos de viento. La sociedad queda confundida por estas acciones y conflictos. En realidad, lo que tenemos que reconocer es que no hemos enfrentado nuestro problema de fondo: el legado que nos dejó el virreinato sigue vigente más que nunca. Seguimos teniendo una visión mercantilista y por eso nuestras economías siguen subordinadas al interés político, no al bienestar social ni al desarrollo individual. La medida más urgente que debemos tomar en el presente es avanzar en una agenda liberal, en lo político y económico. Debemos dejar de pensar en un Estado benefactor, que por un lado no ha sido eficaz en combatir la pobreza, pero por el otro lado, ha sido muy eficaz en frenar la iniciativa e ímpetu de crecimiento de los ciudadanos. Les invito a leer este artículo que me publica Foreign Affairs Latinoamérica.

Los maestros… y alumnos.

En este Día del Maestro tengo una doble razón para festejar y disfrutar. Por un lado, continuar con la confianza del ITAM, quien desde hace diez años me ha dado la oportunidad de dialogar, reflexionar, debatir y aprender de sus alumnos. En este semestre impartí el segundo curso sobre «La Empresa ante la Regulación, la Competencia y los Consumidores». Gracias a los alumnos por enriquecer el contenido y el análisis y por, en esta ocasión, haber tenido que madrugar para clase de 7:00 am. Juntos revisamos las principales razones por las que el Estado limita o restringe las libertades económicas, y en particular la empresarial, por razones de tutelar la competencia económica o derechos de los consumidores. Asimismo, presentaron 7 casos de de gran relevancia y actualidad, en donde existen conflictos en materia de normas técnicas, publicidad, contratos de adhesión, tutela de la competencia, concentraciones, mercados regulados (PEMEX o aeronáutica), incluso el tema Google. Agradezco a una de las mejores abogadas en materia de competencia económica, Laura Méndez, que me haya hecho favor de acompañar en este curso para brindarles el capítulo respectivo de una manera dinámica y atractiva.

«La Empresa ante la Regulación, la Competencia y los Consumidores. ITAM, mayo 2015.

Por el otro lado, este semestre tuve la muy grata experiencia de ser profesor de asignatura en la UNAM. Gracias a la Dra. Issa Luna Pla, di el curso sobre «Régimen Jurídica de la Publicidad», a alumnos de la Licenciatura de Comunicación, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Gracias a un grupo de gran talento y compromiso, no solo estudiamos los principales aspectos de la regulación comercial, sanitaria y financiera que incide en la publicidad. Además, analizamos cerca de 40 casos en los que las autoridades han sancionado productos publicitarios por ser ilegales, abusivos o engañosos. El análisis de estos casos es de gran importancia para entender qué tipo de empresas son realmente abusivas y engañan intencionalmente, y cuáles buscan corregir y enmendar sus afirmaciones publicitarias. Agradezco a Jorge Paz Arellano, quien me acompañó en este curso y con su gran experiencia en derecho de la información, contribuyó a encontrar la información pública adecuada para el análisis y discusión de los casos.

Régimen Jurídico de la Publicidad. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, mayo 2015.

Régimen Jurídico de la Publicidad. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, mayo 2015.

Zapata lucharía por Uber y los food trucks.

¿Cómo analizar caso de Uber a la luz de principios políticos y económicos básicos? ¿Tendría algo que opinar al respecto Emiliano Zapata? Estoy convencido que sí, pues su lucha fue por la pequeña propiedad y nuestra libertad económica. En las ciudades, Zapata lucharía porque el emprendedor, el innovador, el que se autoemplea, pudieran romper las cadenas de un Estado sobrerregulador y voraz. Apoyaría a quienes tienen una pequeña propiedad tipo food truck y que le quiere agregar valor. Hay que estudiar más a Zapata y entender sus luchas agrarias, desde una perspectiva urbana, pues el opresor de inicios del S. XX es muy diferente al de hoy, pero en ambos casos existe ese principio fundamental en que hay que reconocer a la propiedad privada como una libertad fundamental, la cual con el trabajo se le agrega valor y genera beneficios sociales y por tanto es el medio idóneo para desarrollarnos de manera autónoma. Les invito a leer mi colaboración en Animal Político: Zapata lucharía por Uber y los food trucks.

¿Reforma integral de la Profeco?

En días recientes se ha abierto el debate sobre la posibilidad de hacer una reforma integral a la Ley Federal de Protección al Consumidor y consecuentemente de la Profeco. Al respecto, les comparto la entrevista que me hicieron en Reforma Negocios y se publica hoy, en donde analizamos diferentes oportunidades para mejorar la tutela de los derechos de los consumidores. En la nota se enfatizan las propuestas en materia de verificación, pero quisiera retomar otros aspectos también propuestos.

Desde diciembre de 2011 señalé que el modelo de protección al consumidor en México está superado, pues éste se caracteriza por una visión centralista, inquisitoria y excluyente. En este sentido, el dotar a una sola instancia de todo un conjunto de atribuciones en la materia ha excluido que participen y tengan responsabilidades otros niveles de gobierno, las organizaciones de consumidores, la empresa y otros grupos de interés. En ese sentido, desde hace al menos 20 años las relaciones entre Estado y empresa han cambiado radicalmente, y por lo mismo es importante reorientar el papel de instituciones como la Profeco. Al respecto, convendrá distribuir mecanismos de protección a otras instancias y transitar a un modelo basado en la corresponsabilidad y construcción de confianza.

Aquí hay dos aspectos clave. Por un lado, la definición de los derechos básicos de los consumidores. En este terreno pienso que nuestra legislación comparte elementos con las regulaciones y políticas públicas más avanzadas en el mundo. Por el otro lado, los mecanismos de los que dispone la autoridad –la Profeco- para verificar el debido cumplimiento de la ley. Aquí es donde se encuentra el debate sobre la eficacia y eficiencia de los instrumentos de verificación. Al respecto he escrito en otras oportunidades lo burocrática y compleja que es la función de verificación a cargo de diferentes instituciones que hacen visitas a establecimientos comerciales, por lo que amerita un debate transversal y profundo, que permite generar mayor certidumbre jurídica y que el cumplimiento de la ley sea generalizado. Asimismo, también he escrito que para aligerar la carga de los costos de verificación, se deben introducir incentivos de mercado.

En la entrevista hago mención expresa que en el terreno de combustibles ya no tiene razón que la Profeco tenga toda un área de verificación de combustibles, dado que la reciente reforma energética genera nuevos incentivos de mercado para que la competencia sea la base de un nuevo marco de cumplimiento de la ley. Este planteamiento lo sostengo desde que entró en vigor las NOMs 005 y la 185 en materia de despacho de gasolina, pues el diseño histórico con el que se ha pretendido que los consumidores gocen litros de a litro parece una paradoja: el Estado (vía Pemex), que hasta hoy, es quien goza de la venta exclusiva de gasolina en el país y quien tiene también la exclusividad de otorgar franquicias para que particulares abran estaciones de servicio, le otorga a otra entidad del mismo Estado (Profeco), la responsabilidad de que verifique que no nos roben, cuando en realidad debería generar un mercado con más competencia y rivalidad entre proveedores. En pocas palabras es el mismo perro persiguiéndose la cola. La competencia generará una nueva dinámica de verificación en el sector de gasolina y gas LP.

Otro aspecto clave en materia de verificación, es que al igual como se avanzó en el diseño de la actual COFECE, en la Profeco se deben dividir las áreas de verificación e investigación, de las que resuelvan los procedimientos para que se sustancien en forma de juicio y eventualmente conduzca a una sanción.

Por último, les comparto nuevamente un policy brief que Central Ciudadano y Consumidor y CIDAC hicieron en 2013, “Políticas de Competencia y Protección al Consumidor: Hacia una convergencia necesaria”, en donde a partir del análisis de diferentes mercados, así como sistemas de protección de consumidores y competencia más avanzados en el mundo, proponemos la fusión entre la hoy COFECE y la Profeco, con el objeto de que ambas políticas converjan para así avanzar en ampliar el bienestar de los consumidores y el ejercicio de sus derechos.

México e Inglaterra: entre Bond y El Santo

2015 es el Año Dual México-Inglaterra. Esto implica que a lo largo del año se celebrarán eventos en ambos países, con el objetivo de avanzar en el conocimiento recíproco de nuestra sociedad, visión empresarial, instituciones, culturas, gastronomía, etc. La agenda pública de las actividades se enfoca más bien a eventos empresariales concernientes a tender redes entre posibles interesados. Nada mal. Sin embargo, estoy convencido que este gran esfuerzo diplomático debe impulsar discusiones a fondo de los orígenes de ambas naciones -sistema político, principios filosóficos, regulación económica, cultura política y cívica-, pues estamos ante esa gran oportunidad de ponernos frente al espejo de un país referente para el mundo, en general, y para la cultura occidental, en particular. Sin duda, de acuerdo con el interés de cada persona podríamos encontrar un punto de encuentro interesantísimo: museografía, música, servicio profesional de carrera, urbanismo, antropología, etc., pero en mi colaboración con Animal Político, propongo los siguientes ejes de acercamiento y entendimiento recíproco:

  1. Entre el Parlamentarismo y Nacionalismo Revolucionario.
  2. Libertades, propiedad privada y pacto social.
  3. New Right y Neoliberalismo.
  4. Hacer fila, ética y dignidad política.

En la etapa de profunda crisis y fractura política y social que atravesamos, fortalecer nuestra relación con uno de los países fundadores de la democracia moderna, es la oportunidad de voltear a ver los orígenes de cómo fue elaborándose ese pacto social, y entrar sin miedo a una discusión nacional sobre la vigencia de nuestro pacto, Constitución y facultades que tienen nuestros representantes. Les invito a leer: México e Inglaterra: Entre Bond y el Santo.

La Revolución de los Consumidores de Servicios Públicos

¿Quién podría hacer hoy una sólida apología de nuestros servicios públicos? Desde hace muchos años, el primer paso que han querido dar nuestros gobernantes es el de la ampliación de la cobertura. En años recientes la lucha es por la calidad. La realidad es apabullante: tenemos servicios públicos escasos y de muy baja calidad. El estándar en la provisión de estos servicios es malo, pero además es asimétrico. No es lo mismo la atención de un metrobus en la Ciudad de México, que el de un colectivo que transporta pasajeros en la zona conurbada del Estado de México. No es la misma calidad ni disponibilidad en clínicas urbanas, que en zonas rurales o marginadas. Existe un gran contraste entre los servicios educativos de Nuevo León o el D. F., respecto de los de Guerrero o Oaxaca. En este sentido, la enorme desigualdad que existe en México no será combatida, en la medida que no tengamos una verdadera cultura de servicios públicos. Por esto, el centro del debate en torno a cómo generar comunidad y cohesión social, es el propiciar servicios de altos estándares, en los que se brinde un servicio de calidad, disponibilidad, competitivos, con mecanismos anticorrupción y por supuesto, que fomenten una cultura del servicio.

Por estas razones es que invito a leer mi colaboración en Animal Político, en donde busco que analicemos el estado de nuestros servicios públicos, poniéndonos en una lógica de consumidores. Es decir, si tuviéramos la posibilidad de elegir entre opciones de servicios, ¿nos quedaríamos con los que usamos diariamente? Los invito a leer: la Revolución de los Consumidores de Servicios Públicos.

El Día del Consumidor

El pasado 15 de marzo se celebró el Día Internacional de los Derechos del Consumidor. Resulta indispensable reflexionar y debatir cuáles son las prioridades y mecanismos más eficaces y eficientes que contribuyan a una mejor tutela de estos. En esta lógica, les comparto el artículo que publico hoy en Reforma Negocios, en el que propongo una serie de temas que considero relevantes en nuestra discusión actual. Como siempre, son muy bienvenidos sus comentarios.

BERNARDO ALTAMIRANO RODRÍGUEZ

El Día del Consumidor

El movimiento por los derechos de los consumidores ha avanzado desde su inicio en los años 30. Uno de sus momentos más emblemáticos fue el discurso pronunciado en 1963 por John F. Kennedy, el cual dio pauta para que cada 15 de marzo se conmemore el Día Mundial de los Derechos del Consumidor. Los logros de este proceso pueden enmarcarse en dos grandes rubros. Por un lado, la protección de la integridad física de los consumidores, para reducir la probabilidad de riesgos que atenten contra su salud. Por otro, la lucha por la equidad y legalidad, para evitar que el consumidor, por ser la parte débil en las relaciones de consumo, sea objeto de prácticas abusivas, coercitivas o engañosas. Sin duda este aniversario es una oportunidad para evaluar avances y retos en esta agenda, la cual debe alinearse con incentivos de mercado y competencia, para ampliar la satisfacción de los consumidores y el ejercicio de sus derechos.

En la sociedad de la información el mayor reto es la protección de la privacidad y datos personales de consumidores, así como de los usuarios de servicios públicos y financieros. Como muestra, en 2014 la Comisión Federal de Comercio de EUA (FTC) ubicó al robo de identidad como la causa principal de reclamos de consumidores (más de 350 mil casos). En México, el IFAI y la Secretaría de Economía ejercen la batuta en este tema y tienen la compleja tarea de difundir el nuevo marco jurídico, promover una amplia campaña de educación en torno a este tema prioritario, tanto para las empresas, como consumidores, así como de avanzar en modernos mecanismos de certificación y autorregulación.

Un segundo aspecto se relaciona con la tutela de la integridad física de los consumidores, mediante la regulación de la seguridad de productos de consumo. Como lo hemos comentado antes, se trata de regulaciones que se desarrollan para reducir riesgos de daños por el uso cotidiano de productos con deficiencias en su proceso industrial. Aquí es paradójico observar cómo en México desde el lanzamiento del TLCAN se ha avanzado hacia la integración comercial e industrial con EUA y Canadá, pero es inexplicable cómo no se han desarrollado regulaciones paralelas y un esquema de responsabilidades como las que sí existen en dichos países. Este año México será el anfitrión de la Tercera Cumbre sobre Seguridad de Producto para los miembros del TLCAN, por lo que es una oportunidad para darle mayor visibilidad al tema.

Un tercer aspecto se relaciona con el derecho básico más complejo de tutelar en el presente: el derecho a la información. Por un lado, encontramos avances de gran relevancia, como la reciente resolución de la Primera Sala de la Suprema Corte, quien acaba de revisar una acción de grupo -hoy acciones colectivas- que interpuso la Profeco contra Reebok en febrero de 2012 por publicidad engañosa en los tenis «Easy Tone». La Corte señaló que corresponde a la empresa probar que su publicidad es veraz y comprobable. Es temprano para conocer el alcance de esta resolución, pero anticipo que será muy positiva no sólo para los consumidores y para el trabajo de la Profeco, sino para el gran universo de empresas que buscan mayor confianza en el mercado, mediante competencia leal, legal y la autorregulación. El segundo tema es el acceso y búsqueda de la información. Me refiero a las acciones de años recientes emprendidas tanto por la FTC y la Comisión Europea contra Google, para identificar si el poder de mercado que tiene implica un sesgo en los mecanismos de búsqueda y esto afecta a la competencia, y confunde y vulnera al consumidor. En este contexto, existe la oportunidad para que la Cofece emprenda acciones similares y que se avance en la neutralidad de esta plataforma y así fortalecer el derecho a la información de los consumidores mexicanos.

En cuarto lugar tenemos tres epidemias que perjudican a los consumidores respecto del precio final, calidad y seguridad de lo que adquieren: informalidad, corrupción y piratería. Estos problemas no sólo afectan los servicios tradicionales, sino los más innovadores. El CEO de Netflix advirtió que la mayor competencia que ellos enfrentan en el mundo es la piratería, que además genera barreras a la entrada y reduce opciones a los consumidores.

Sin duda queda pendiente revisar retos de cómo proveer mayor calidad y cobertura en servicios públicos -desde el nuevo aeropuerto, hasta los hospitales-, así como los beneficios que traerá a los consumidores la reforma energética y el tema de la protección de la salud, entre otros.

La exclusión financiera y el empeño.

Los tradicionales servicios bancarios y financieros en el país solo llegan al 20% de la población. Aunque sea obvio, hay que ser claros: 8 e cada 10 mexicanos están excluidos de estos servicios. Esto implica que no solo no tienen sus respectivas cuentas de ahorro, sino que no son sujetos de crédito. Muchas voces reconocen que esta situación se debe a una regulación muy rígida. Por estas razones es que se han desarrollado otras alternativas a las que la gente puede recurrir de manera fácil y ágil para recibir un crédito o préstamo en los momentos que sus finanzas personales enfrentan problemas (lo que además es muy frecuente en estos años de estancamiento económico). Una de las principales opciones es empeñar algún bien. En efecto, la industria prendaria ha crecido de manera importante en el país y sin embargo, existe poca información clara que nos permita entender cómo opera y cuáles son sus retos para brindar mayor satisfacción a los consumidores.

De ahí que resulta fundamental estudiar mejor el mercado prendario y enfocar políticas públicas y regulatorias que amplíen el bienestar de los consumidores y que reduzcan la exclusión financiera que vivimos. Por supuesto que uno de los asuntos que debe ser atendido es cómo propiciar que ese 80% de mexicanos excluidos pueda ser un consumidor de la banca tradicional y evitar que recurran a agiotistas. En la medida que haya mayor cobertura, habrá mayor competencia de servicios e instrumentos de crédito y eso beneficiará a los consumidores. Ir en esta dirección contribuirá a reducir costos de autoridades en materia de verificación, que revisan fundamentalmente aspectos burocráticos o penales, pero que no propician per sé mejores condiciones de mercado.

De ahí que les invito a leer mi colaboración de ayer en Reforma Negocios. Asimismo, hago mención de la película de Ladrón de Bicicletas, para ejemplificar el valor que tiene el recibir dinero rápido por la vía del empeño. Les comparto el vínculo sobre esta magnífica película.

 

 La exclusión financiera y el empeño.
Bernardo Altamirano Rodríguez / (02 febrero 2015)
Enero terminó, pero su cuesta se prolonga en millones de hogares. Contar con alternativas crediticias, bancarias o pagos en mensualidades coadyuva a aligerar esta carga. Sin embargo, estas opciones de la banca comercial tradicional tienen en el País muy limitada accesibilidad (sólo para el 20 por ciento de las familias) y cobertura (sólo el  56 por ciento de los municipios tienen sucursales). Estos elementos son los que conllevan a afirmar que «en México vivimos una grave exclusión y discriminación financiera» (CONAPRED), así como que «el bajo coeficiente de inclusión financiera está asociada con la pobreza» (Foro Internacional sobre Inclusión Financiera).

En este contexto, se requiere entender mejor los mercados de crédito y las necesidades de los hogares, para identificar si las medidas que toman las autoridades reguladoras o a quienes les corresponde aplicar la ley son las adecuadas o si, por el contrario, contribuyen a profundizar en la exclusión financiera. Para millones de mexicanos que demandan liquidez y que no tienen acceso a los bancos tradicionales existe una gama de servicios de finanzas populares, como los relacionados con el consumo, cooperativas o microcréditos. Asimismo, existe un sector que en los últimos años ha tenido una importante expansión y durante esta temporada enfrenta muchas presiones de las autoridades, como es la industria del sector prendario, mejor conocido como casas de empeño.

Todos sabemos lo que es un empeño, pero poco se conoce sobre las complejidades de este mercado y, en particular, sobre las necesidades de sus consumidores. El valor social de esta industria fue plasmado a la perfección en la gran película «Ladrón de Bicicletas», donde su protagonista, Antonio Ricci, al igual que muchos otros pignorantes, no sólo encuentran en el empeño la fórmula para salir de un problema, sino que representa un empujón para aspirar a un empleo o aprovechar una oportunidad. En México, las casas de empeño ya no sólo ofrecen la tradicional fórmula de dar dinero a cambio de recibir en prenda electrónicos, joyas o automóviles, sino que han iniciado nuevos esfuerzos de economía colaborativa en la que a cambio de un depósito en efectivo, facilitan a un grupo de albañiles la posibilidad de usar una coladora o al plomero la herramienta, con lo que les permiten ser contratados o empleados. El tamaño de este mercado es cercano a 35 mil millones de pesos anuales, con más de 7 mil establecimientos (con 20 por ciento informales). El préstamo promedio de este mercado es entre mil 300 y mil 500 pesos. Las casas de empeño se dirigen a los niveles de ingreso C y D, que son más del 65 por ciento de la población del País.

En poco tiempo, la carga regulatoria de este sector ha aumentado considerablemente. No sólo deben cumplir con el tradicional registro del contrato de adhesión, sino que ahora deben inscribir a cada una de sus sucursales en un registro a cargo de la Profeco. Además, en entidades como Chiapas, el Estado de México y Guanajuato se crearon registros estatales adicionales, que no sólo sobrerregulan, sino que se extralimitan en sus atribuciones e invaden la esfera federal. Adicionalmente, se debe cumplir con nuevas regulaciones antilavado de dinero que elevan los costos operativos de proveedores. El riesgo de estas barreras es que incentiven la informalidad. Así, mayor regulación y politización local profundizan la discriminación financiera.

Por el otro lado, una de las críticas constantes al sector es el de las altas comisiones que cobran. Lo anterior es efecto de la exclusión financiera mencionada, que limita las opciones de los consumidores y eleva los costos de transacción. Por tanto, se requiere de una política integral que reconozca la interdependencia de los mercados bancario y prendario. Así, la efectiva política de protección al consumidor dependerá de generar una mayor competencia de servicios, productos e infraestructura. No entender esto puede profundizar la exclusión y discriminación financieras.

Lo anterior podría complementarse mediante programas de autorregulación en la industria prendaria, promover mejores prácticas comerciales, ampliar el impacto de mecanismos de información y entendimiento del CAT (como el promovido por Condusef) y, por supuesto, avanzar en mecanismos que permitan el mejor cumplimiento regulatorio. Con estas medidas, no mediante la sobrerregulación, se podrá avanzar en la inclusión financiera, brindar mayor bienestar a los consumidores y fortalecer la confianza en el mercado.

Miscelánea: 1. La explosión en Cuajimalpa obliga a que los reguladores energéticos prioricen, en los procesos de apertura del sector, el diseño de estándares de seguridad para proveedores que minimicen riesgos de daños a consumidores. 2. La denuncia que hizo PepsiCo para que se retire el spot parodia con fines electorales de su anuncio de Emperador abrirá un muy interesante debate sobre publicidad, derechos de autor y libertad de expresión. ¡Bienvenido!

La regulación desde lo local

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La semana pasada participé en la 34 Conferencia Nacional de Mejora Regulatoria, gracias a la invitación del titular de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER), Mtro. Virgilio Andrade. En este foro se reúnen las principales autoridades reguladoras de estados y municipios, con el objetivo de identificar cuáles son las mejores prácticas de regulación local, diseñar agendas y coaliciones, así como para promover el espíritu del emprendedurismo. Son semillas importantes que buscan formar cuadros profesionales en la materia.

Tuve la oportunidad de moderar una mesa muy interesante en la que participaron el Dr. Benjamín Contreras, Comisionado de Competencia Económica, y el Dr. Sergio López Ayllón, Director General del CIDE. Durante el diálogo se analizaron las principales medidas que se han tomado a nivel de la COFECE para construir alianzas y coaliciones con agentes económicos locales y así promover una mejor regulación. Por supuesto que se revisaron cuáles son los principales obstáculos presentes que desde lo local atentan contra las recientes reformas, tanto en competencia económica, como el caso de la reforma energética. Al respecto habrá que estar muy atentos para evitar que medidas regulatorias locales atenten contra la Constitución y contra la certidumbre jurídica que requieren la instrumentación de las recientes reformas. Asimismo, se comentó la complejidad que implica que la COFECE observe y vigile el desarrollo de licitaciones y contratos públicos en lo local, que sin lugar a dudas, en muchos casos atentan contra los principios más elementales de competencia económica.

¿Hacia una nueva era?

Las reformas aprobadas en los recientes meses alinean los incentivos y las reglas del juego en favor de mayor competencia. No hay reforma perfecta, pero hay que reconocer que en competencia económica, telecomunicaciones y energía, hay avances importantes. La pregunta que debemos encontrar una respuesta es: ¿por qué a pesar de llevar plasmando en la Constitución, desde hace casi 100 años, los mejores modelos económicos, sociales y de justicia, no hemos podido despegar como país, ni combatir eficazmente la pobreza ni fomentar una extendida cultura emprendedora?

Parte de mi aproximación de respuesta que hago hoy en Reforma, en ¿Hacia una nueva era?, es que no basta cambiar estructuras, sino que se requiere impulsar un cambio en prácticas políticas –como el patrimonialismo, corrupción y burocratismo-, impulsar esquemas educativos conforme a estas nuevas circunstancias, y dejar de pensar que la realidad se transforma por decreto, y que mejor hay que avanzar hacia un esquema de mayor libertad de los agentes económicos y fortalecer el papel de los jueces.

Recordemos que en la etapa de mayor consolidación del nacionalismo revolucionario, se construyó una visión uniforme en lo cultural (basta recordar el movimiento del muralismo), en lo educativo, y por supuesto en el ámbito de los jueces, que se limitaban a redactar lo que la revolución, vía ley, quería decir. En este sentido, esta nueva etapa requiere un movimiento que articule instituciones de educación, empresa, liderazgos gubernamentales y sociales, para que esta visión más liberal y orientada a la competencia, no quede sólo en los textos jurídicos, sino que sea compartida y ejercida mayoritariamente en la sociedad. Aquí mi colaboración.

¿Hacia una nueva era?

Reforma

29 de Agosto de 2014

La Revolución Mexicana reordenó las relaciones entre Estado y mercado. El primer paso fue plasmar en la Constitución el marco normativo que determina, por un lado, los mecanismos para producir, generar riqueza y redistribuir la misma y, por el otro, los incentivos que condicionan la toma de decisiones de agentes económicos. Las banderas económicas fundamentales de esta visión han sido la definición de la propiedad (en particular de la agraria), del monopolio gubernamental de ciertos medios de producción, del mecanismo de asignación de contratos y adquisiciones públicos, así como de las relaciones laborales, entre otros. Estas son el origen de una visión política que impregnó los sectores social, cultural y empresarial, y que se basó en una praxis que Octavio Paz describe como burocrática, patrimonialista y centralista. Esta conjugación de estructuras y prácticas es lo que define al nacionalismo revolucionario. [Read more…]

Día del Maestro

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Tuve la fortuna de pertenecer a una familia en la que había una maestra: mi mamá. Por eso, para mi hablar de maestros implica conjuntar una gran variedad de sentimientos y recuerdos.

El término maestro es relativo, pues solo se entiende en la relación entre éste con un conjunto de alumnos. Hoy tengo la oportunidad de hablar de los dos lados de esa relación. Por un lado, en tanto alumno, le agradezco a mis queridos profesores de todas las etapas de mi vida. Pero también, en tanto profesor del ITAM tengo mucho que agradecer. Por supuesto a mi alma mater, a los directores del Departamento de Derecho que me han abierto las puertas y brindado su apoyo: empecé con el Dr. José Ramón Cossío, posteriormente con el Dr. José Roldán Xopa y ahora bajo el liderazgo del Dr. Jorge Cerdio. A los tres mi agradecimiento por darme esta maravillosa oportunidad.

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El Péndulo Regulatorio

En los últimos meses hemos vivido cambios profundos a nuestro marco regulatorio, que modifican sustancialmente las relaciones entre Estado y mercado. Si bien es fundamental conocer el detalle técnico de cada regulación (competencia económica, telecomunicaciones y energía), también resulta indispensable plantearnos preguntas de fondo, que nos permitan entender la evolución de nuestras instituciones económicas, identificar errores y aciertos y sobre todo, perfilar una política regulatoria ordenada y sistémica, en la que se puedan articular los bienes jurídicos tutelados de la competencia económica, competitividad, crecimiento y por supuesto el bienestar y derechos de los consumidores. Les comparto mi colaboración de hoy en Reforma. Buen inicio de semana a tod@s.

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Foro sobre la Ley Federal de Competencia Económica

Foro sobre la Ley Federal de Competencia Económica

La semana pasada participé en un foro convocado por la Comisión de Comercio de la Cámara de Senadores, en la que se analizó el alcance de la minuta de la Ley Federal de Competencia Económica. En dicho espacio, presenté propuestas elaboradas por Central Ciudadano y Consumidor, en materia de: insumos esenciales, barreras a la competencia y desincorporaciones, mismas que invito a que las puedan conocer en http://www.centralcyc.mx

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Diálogo con el Rector de la LSE

Diálogo con el Rector de la LSE

Ayer tuve el privilegio de sostener un digo bilateral con el Rector de la London School of Economics and Political Science (LSE), Dr. Craig Calhoun. Fue una conversación muy interesante. Uno de los temas claves sobre los que giró la conversación fue sobre cómo impactarán las recientes reformas estructurales en materia de competencia económica, regulación y bienestar de los consumidores. Asimismo, tenía un gran interés sobre el nivel de la educación superior en México, la conformación de alianzas y redes educativas y su vinculación con la oferta laboral. Aquí les comparto el resumen de la conversación