En este Día Internacional del Consumidor dedico mi análisis a entender el mapa de agencias de reguladores que inciden en nuestra protección, ya sea mediante tutelar la competencia en general o nuestros derechos en particular, o atender temas muy especializados, como telecomunicaciones, energía y por supuesto los riesgos sanitarios. Esto nos permite tener como consumidores y empresas mayor claridad de a quién dirigirnos o qué aspectos regulatorios cuidar su cumplimiento. Les presento mi colaboración: Los Reguladores que Protegen al Consumidor.
¡Rompamos el legado mercantilista y construyamos el del liberalismo!
En América Latina, en general, y en México, en particular, las políticas y programas gubernamentales que buscan atender nuestros graves problemas estructurales, están contaminadas por fantasmas y mitos de nuestro pasado, y por eso a la clase política se ha especializado en manipular y pelear contra molinos de viento. La sociedad queda confundida por estas acciones y conflictos. En realidad, lo que tenemos que reconocer es que no hemos enfrentado nuestro problema de fondo: el legado que nos dejó el virreinato sigue vigente más que nunca. Seguimos teniendo una visión mercantilista y por eso nuestras economías siguen subordinadas al interés político, no al bienestar social ni al desarrollo individual. La medida más urgente que debemos tomar en el presente es avanzar en una agenda liberal, en lo político y económico. Debemos dejar de pensar en un Estado benefactor, que por un lado no ha sido eficaz en combatir la pobreza, pero por el otro lado, ha sido muy eficaz en frenar la iniciativa e ímpetu de crecimiento de los ciudadanos. Les invito a leer este artículo que me publica Foreign Affairs Latinoamérica.
¿Reforma integral de la Profeco?
En días recientes se ha abierto el debate sobre la posibilidad de hacer una reforma integral a la Ley Federal de Protección al Consumidor y consecuentemente de la Profeco. Al respecto, les comparto la entrevista que me hicieron en Reforma Negocios y se publica hoy, en donde analizamos diferentes oportunidades para mejorar la tutela de los derechos de los consumidores. En la nota se enfatizan las propuestas en materia de verificación, pero quisiera retomar otros aspectos también propuestos.
Desde diciembre de 2011 señalé que el modelo de protección al consumidor en México está superado, pues éste se caracteriza por una visión centralista, inquisitoria y excluyente. En este sentido, el dotar a una sola instancia de todo un conjunto de atribuciones en la materia ha excluido que participen y tengan responsabilidades otros niveles de gobierno, las organizaciones de consumidores, la empresa y otros grupos de interés. En ese sentido, desde hace al menos 20 años las relaciones entre Estado y empresa han cambiado radicalmente, y por lo mismo es importante reorientar el papel de instituciones como la Profeco. Al respecto, convendrá distribuir mecanismos de protección a otras instancias y transitar a un modelo basado en la corresponsabilidad y construcción de confianza.
Aquí hay dos aspectos clave. Por un lado, la definición de los derechos básicos de los consumidores. En este terreno pienso que nuestra legislación comparte elementos con las regulaciones y políticas públicas más avanzadas en el mundo. Por el otro lado, los mecanismos de los que dispone la autoridad –la Profeco- para verificar el debido cumplimiento de la ley. Aquí es donde se encuentra el debate sobre la eficacia y eficiencia de los instrumentos de verificación. Al respecto he escrito en otras oportunidades lo burocrática y compleja que es la función de verificación a cargo de diferentes instituciones que hacen visitas a establecimientos comerciales, por lo que amerita un debate transversal y profundo, que permite generar mayor certidumbre jurídica y que el cumplimiento de la ley sea generalizado. Asimismo, también he escrito que para aligerar la carga de los costos de verificación, se deben introducir incentivos de mercado.
En la entrevista hago mención expresa que en el terreno de combustibles ya no tiene razón que la Profeco tenga toda un área de verificación de combustibles, dado que la reciente reforma energética genera nuevos incentivos de mercado para que la competencia sea la base de un nuevo marco de cumplimiento de la ley. Este planteamiento lo sostengo desde que entró en vigor las NOMs 005 y la 185 en materia de despacho de gasolina, pues el diseño histórico con el que se ha pretendido que los consumidores gocen litros de a litro parece una paradoja: el Estado (vía Pemex), que hasta hoy, es quien goza de la venta exclusiva de gasolina en el país y quien tiene también la exclusividad de otorgar franquicias para que particulares abran estaciones de servicio, le otorga a otra entidad del mismo Estado (Profeco), la responsabilidad de que verifique que no nos roben, cuando en realidad debería generar un mercado con más competencia y rivalidad entre proveedores. En pocas palabras es el mismo perro persiguiéndose la cola. La competencia generará una nueva dinámica de verificación en el sector de gasolina y gas LP.
Otro aspecto clave en materia de verificación, es que al igual como se avanzó en el diseño de la actual COFECE, en la Profeco se deben dividir las áreas de verificación e investigación, de las que resuelvan los procedimientos para que se sustancien en forma de juicio y eventualmente conduzca a una sanción.
Por último, les comparto nuevamente un policy brief que Central Ciudadano y Consumidor y CIDAC hicieron en 2013, “Políticas de Competencia y Protección al Consumidor: Hacia una convergencia necesaria”, en donde a partir del análisis de diferentes mercados, así como sistemas de protección de consumidores y competencia más avanzados en el mundo, proponemos la fusión entre la hoy COFECE y la Profeco, con el objeto de que ambas políticas converjan para así avanzar en ampliar el bienestar de los consumidores y el ejercicio de sus derechos.
El ABC en la crisis del huevo.
Hoy, como en 2012, el mercado del huevo enfrenta un problema de alzas considerables en los precios. En la ocasión anterior, el origen del problema fue la gripe aviar que generó escasez en el abasto y comercialización del producto e impactó gravemente en los precios en varias zonas del país. Ahora, las autoridades no han atribuido este encarecimiento a un problema sanitario. Al respecto vale la pena leer el análisis de Carlos Martínez, quien revisa el comportamiento estacional del precio del huevo y sobre todo lo vincula con una posible afectación debido a precios internacionales. Incluso el propio Secretario de Economía declaró que se busca identificar el origen del incremento y poder tomar las acciones contra los responsables de esta situación. Asimismo descartó que se tratara de un problema de temporada o de abastecimiento. Esta declaración detonó una serie de acciones gubernamentales. En este contexto es donde conviene identificar el papel que en esta crisis corresponde a consumidores, autoridades, políticos e industria.
El huevo es la principal proteína de origen animal que consumimos los mexicanos. Somos el consumidor número uno en el mundo (promedio de 22 kg por persona al año). Por eso el alza en el precio no es un tema menor. No obstante esta relevancia, los consumidores somos los soberanos de los mercados y tenemos la opción de elegir otros alimentos y con la correspondiente reducción de la demanda, contribuir a que baje y se estabilice el precio del huevo. Además, nos corresponde denunciar actos ilegales.
De manera intrínseca con el tema de los consumidores, está el papel de la Profeco, quien en estas circunstancias despliega una estrategia de vigilancia y verificación en establecimientos, con el objeto de identificar posibles infracciones a la Ley y violaciones a los derechos básicos de los consumidores, así como prácticas abusivas, coercitivas o engañosas, para lo cual cuenta con diferentes instrumentos coercitivos como multas, suspensiones y clausuras. Eventualmente en caso de encontrar casos de acaparamiento, puede hacer la denuncia correspondiente al ministerio público, pues son responsabilidades de carácter penal. Asimismo, en caso de identificar prácticas que pudieran ser monopólicas, puede abrir una denuncia con la COFECE. El punto fino en la interpretación jurídica, es cómo pueden sistematizarse aquellas prácticas industriales o comerciales en detrimento de la sociedad, que el artículo 28 constitucional advierte que serán castigadas con severidad, en relación con las disposiciones de la Ley Federal de Protección al Consumidor y su reglamento en cuanto a que un tipo de práctica abusiva es la manipulación de precios. Resulta oportuno que la Profeco emita criterios y lineamientos de cómo interpretar y aplicar estas disposiciones. Asimismo, es muy importante vincular cómo bajo el principio Pro Persona que establece nuestra Constitución, la Profeco también asume responsabilidades en cuanto a la protección y defensa de derechos fundamentales, como el de alimentación. Al respecto, escribí hace tiempo un paper sobre la argumentación jurídica y política pública que siguió la Profeco en 2012 al enfrentar la crisis de gripe aviar: Derechos básicos de los consumidores, mercado global y derechos humanos. El caso de México.
El tema de competencia económica es el más atractivo, dada la reciente reforma legal. Al respecto, la Comisionada Presidenta de la COFECE declaró que se inició una investigación por prácticas monopólicas absolutas, para identificar si se acredita la manipulación de precios, así como la eventual segmentación de mercados. Para cumplir esta tarea, esta agencia tiene ahora mecanismos de verificación e investigación muy robustos, semejantes a los que ocurren en las principales agencias “antitrust” en el mundo, como es el caso de que la COFECE en sus diligencias pueda tener acceso a cualquier oficina, computadora, archivero, etc., o el caso de ofrecer reducir sanciones a quien haya participado en prácticas ilegales y coadyuve con la investigación (los famosos whistleblowers). Esto representa que la agencia tiene la facultad de revisar a detalle todo lo que sea de su interés y en caso de encontrar elementos que permitan probar la práctica monopólica, lo usará en la investigación misma. Otro aspecto clave en este caso será la determinación del mercado relevante y el poder sustancial de cada procesado, así como ampliar las investigaciones a los insumos para la elaboración de este producto.
El tercer aspecto que hay que analizar son los políticos, quienes reaccionan a diferentes incentivos. Recordemos que en la crisis de gripe aviar del 2012, el entonces Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard hizo compras masivas de huevo en la Central de Abastos y la distribuyó, en ciertas comunidades vinculados con sus clientelas políticas, en donde la gente para comprar un kilo de huevo tenía que hacer tres horas de fila. Lo anterior además atrofió canales de distribución en la Ciudad y complicó la crisis. Este fenómeno es muy delicado, porque ante un caso extremo, podría ser el detonante de una “Guerra de Alimentos”, en la que los políticos empiecen a comprar grandes cantidades de producto para dar a sus gobernados y con esto generar zonas de escasez y desabasto, así como a encarecer todavía más más el precio de estos alimentos. Adicionalmente, existen voces de políticos que no reconocen que no hay control de precios y que al presionar no son parte de la solución, sino que incluso inciden en que se violen garantías de las empresas, como la del debido proceso.
Por último la empresa debe ser muy clara respecto de cuáles son sus responsabilidades legales en materia de mostrar precios al consumidor y cumplir programas de calibración de básculas, así como desde el punto de vista práctico tener facturas de compra y venta de sus productos. Obviamente no incurrir en conductas o actos que se encuentren tipificados como abusivos, engañosos o coercitivos, ni mucho menos prácticas monopólicas o anticompetitivas. En la medida que se genere información clara, las empresas podrán planear mejor su cumplimiento regulatorio y así las autoridades enfocarse con mayor precisión en las infractoras. Por último, en relación con el ejercicio de derechos humanos como el de alimentación, se generan nuevas relaciones y responsabilidades jurídicas de la empresa, pues ésta no necesariamente podría ser sancionada por una autoridad por violentar el ejercicio de éstas garantías, pero sí por obstaculizar su adecuado disfrute en el marco de lo que establece la Constitución y las leyes en la materia.
Por último, urge debatir a fondo sobre casos de crisis en la comercialización de productos básicos, pues hoy es el caso del huevo, pero también pasa con el maíz y algún día con el agua. Por eso, tenemos que contar con procesos más claros respecto de cómo actuar en crisis como la que hoy nos ocupa y definir criterios sobre las responsabilidades de cada agente en el mercado.
El Día del Consumidor
El pasado 15 de marzo se celebró el Día Internacional de los Derechos del Consumidor. Resulta indispensable reflexionar y debatir cuáles son las prioridades y mecanismos más eficaces y eficientes que contribuyan a una mejor tutela de estos. En esta lógica, les comparto el artículo que publico hoy en Reforma Negocios, en el que propongo una serie de temas que considero relevantes en nuestra discusión actual. Como siempre, son muy bienvenidos sus comentarios.
BERNARDO ALTAMIRANO RODRÍGUEZ
El Día del Consumidor
El movimiento por los derechos de los consumidores ha avanzado desde su inicio en los años 30. Uno de sus momentos más emblemáticos fue el discurso pronunciado en 1963 por John F. Kennedy, el cual dio pauta para que cada 15 de marzo se conmemore el Día Mundial de los Derechos del Consumidor. Los logros de este proceso pueden enmarcarse en dos grandes rubros. Por un lado, la protección de la integridad física de los consumidores, para reducir la probabilidad de riesgos que atenten contra su salud. Por otro, la lucha por la equidad y legalidad, para evitar que el consumidor, por ser la parte débil en las relaciones de consumo, sea objeto de prácticas abusivas, coercitivas o engañosas. Sin duda este aniversario es una oportunidad para evaluar avances y retos en esta agenda, la cual debe alinearse con incentivos de mercado y competencia, para ampliar la satisfacción de los consumidores y el ejercicio de sus derechos.
En la sociedad de la información el mayor reto es la protección de la privacidad y datos personales de consumidores, así como de los usuarios de servicios públicos y financieros. Como muestra, en 2014 la Comisión Federal de Comercio de EUA (FTC) ubicó al robo de identidad como la causa principal de reclamos de consumidores (más de 350 mil casos). En México, el IFAI y la Secretaría de Economía ejercen la batuta en este tema y tienen la compleja tarea de difundir el nuevo marco jurídico, promover una amplia campaña de educación en torno a este tema prioritario, tanto para las empresas, como consumidores, así como de avanzar en modernos mecanismos de certificación y autorregulación.
Un segundo aspecto se relaciona con la tutela de la integridad física de los consumidores, mediante la regulación de la seguridad de productos de consumo. Como lo hemos comentado antes, se trata de regulaciones que se desarrollan para reducir riesgos de daños por el uso cotidiano de productos con deficiencias en su proceso industrial. Aquí es paradójico observar cómo en México desde el lanzamiento del TLCAN se ha avanzado hacia la integración comercial e industrial con EUA y Canadá, pero es inexplicable cómo no se han desarrollado regulaciones paralelas y un esquema de responsabilidades como las que sí existen en dichos países. Este año México será el anfitrión de la Tercera Cumbre sobre Seguridad de Producto para los miembros del TLCAN, por lo que es una oportunidad para darle mayor visibilidad al tema.
Un tercer aspecto se relaciona con el derecho básico más complejo de tutelar en el presente: el derecho a la información. Por un lado, encontramos avances de gran relevancia, como la reciente resolución de la Primera Sala de la Suprema Corte, quien acaba de revisar una acción de grupo -hoy acciones colectivas- que interpuso la Profeco contra Reebok en febrero de 2012 por publicidad engañosa en los tenis «Easy Tone». La Corte señaló que corresponde a la empresa probar que su publicidad es veraz y comprobable. Es temprano para conocer el alcance de esta resolución, pero anticipo que será muy positiva no sólo para los consumidores y para el trabajo de la Profeco, sino para el gran universo de empresas que buscan mayor confianza en el mercado, mediante competencia leal, legal y la autorregulación. El segundo tema es el acceso y búsqueda de la información. Me refiero a las acciones de años recientes emprendidas tanto por la FTC y la Comisión Europea contra Google, para identificar si el poder de mercado que tiene implica un sesgo en los mecanismos de búsqueda y esto afecta a la competencia, y confunde y vulnera al consumidor. En este contexto, existe la oportunidad para que la Cofece emprenda acciones similares y que se avance en la neutralidad de esta plataforma y así fortalecer el derecho a la información de los consumidores mexicanos.
En cuarto lugar tenemos tres epidemias que perjudican a los consumidores respecto del precio final, calidad y seguridad de lo que adquieren: informalidad, corrupción y piratería. Estos problemas no sólo afectan los servicios tradicionales, sino los más innovadores. El CEO de Netflix advirtió que la mayor competencia que ellos enfrentan en el mundo es la piratería, que además genera barreras a la entrada y reduce opciones a los consumidores.
Sin duda queda pendiente revisar retos de cómo proveer mayor calidad y cobertura en servicios públicos -desde el nuevo aeropuerto, hasta los hospitales-, así como los beneficios que traerá a los consumidores la reforma energética y el tema de la protección de la salud, entre otros.
La regulación desde lo local
La semana pasada participé en la 34 Conferencia Nacional de Mejora Regulatoria, gracias a la invitación del titular de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER), Mtro. Virgilio Andrade. En este foro se reúnen las principales autoridades reguladoras de estados y municipios, con el objetivo de identificar cuáles son las mejores prácticas de regulación local, diseñar agendas y coaliciones, así como para promover el espíritu del emprendedurismo. Son semillas importantes que buscan formar cuadros profesionales en la materia.
Tuve la oportunidad de moderar una mesa muy interesante en la que participaron el Dr. Benjamín Contreras, Comisionado de Competencia Económica, y el Dr. Sergio López Ayllón, Director General del CIDE. Durante el diálogo se analizaron las principales medidas que se han tomado a nivel de la COFECE para construir alianzas y coaliciones con agentes económicos locales y así promover una mejor regulación. Por supuesto que se revisaron cuáles son los principales obstáculos presentes que desde lo local atentan contra las recientes reformas, tanto en competencia económica, como el caso de la reforma energética. Al respecto habrá que estar muy atentos para evitar que medidas regulatorias locales atenten contra la Constitución y contra la certidumbre jurídica que requieren la instrumentación de las recientes reformas. Asimismo, se comentó la complejidad que implica que la COFECE observe y vigile el desarrollo de licitaciones y contratos públicos en lo local, que sin lugar a dudas, en muchos casos atentan contra los principios más elementales de competencia económica.
Regulación, verificación y cumplimiento.
Uno de los graves problemas que enfrenta nuestro país es la débil cultura de la legalidad. Sin duda alguna, este problema tiene efectos en múltiples ámbitos, como seguridad pública, formalidad, civilidad, tránsito, y por supuesto en el mercado. En este ámbito, tenemos que propiciar una revisión a fondo de la regulación económica que emite el Estado, así como de los instrumentos de verificación que éste dispone para revisar su cumplimiento. Por un lado, se implementan regulaciones de enorme complejidad y por el otro lado se cuenta con autoridades verificadoras que no cuentan con los instrumentos ni visión clara para revisar ese cumplimiento. Esto desemboca en medidas autoritarias y discrecionales, que reducen y merman la libertad empresarial y que no generan ningún beneficio social. Urge revisar esta situación y hacer cambios de fondo y forma y dirigirnos a un camino de la simplicidad. Les comparto mi columna de Reforma Negocios. Gracias por sus comentarios.
BERNARDO ALTAMIRANO RODRÍGUEZ
Regulación, verificación y cumplimiento
México ocupa dentro de la OCDE el nada honroso tercer lugar en mayor número de restricciones regulatorias a la economía. Esto contribuye a ubicarnos como el lugar 91 dentro de la lista del Instituto Fraser en materia de libertad empresarial. Las regulaciones merman esa libertad, ya sea desde trámites, permisos o costosos mecanismos de cumplimiento. Este último aspecto es fundamental, pues las regulaciones deben justificar su existencia a partir de razones sociales o económicas y debe revisarse que sus beneficios sean superiores a sus costos. Sin esta base, las regulaciones sólo empoderan ventanillas burocráticas, evidencian ingobernabilidad por falta de cumplimiento o se corrompen en la etapa de verificación -instrumento del que dispone la autoridad para revisar el cumplimiento y, en su caso, sancionar al infractor-.
Entrevista en «El Mundo del Abogado» con el Dr. Xavier Ginebra.
Les comparto la entrevista que me hizo el Dr. Xavier Ginebra, jurista que admiro y aprecio, y que publica este mes El Mundo del Abogado: “Debemos empoderar a los consumidores”. Como podrán observar, en dicho diálogo, reitero que la regulación económica debe tutelar y promover la competencia económica, libre concurrencia y por supuesto el bienestar de los consumidores. De manera complementaria existen otros bienes jurídicos tutelados, como pueden ser medio ambiente, derechos sociales, protección civil, etc. Quienes no tengan esta justificación, deben desaparecer pues solo empoderan a la ventanilla burocrática, no generar ningún bienestar social ni económico y limitan la libertad empresarial.
Con esta base es que es muy importante tener un panorama muy completo de las implicaciones de las nuevas reglas del juego en lo económico, principalmente en materia de competencia, telecomunicaciones y energía. Es una oportunidad para estrechar criterios y mecanismos de aplicación, que permitan una nueva relación entre reguladores y regulados. De ahí que la academia y la formación cobran un papel muy relevante. Por eso les recuerdo una doble invitación:
- Para el Seminario de Regulación: Retos y Oportunidades, que se celebrará en el ITAM el próximo 12 de septiembre y que contará con la participación de las cabezas de las principales agencias de regulación: COFEMER, COFECE, IFT, CRE, CNH, entre otros.
- El Posgrado en Regulación, que arranca el 2 de octubre en el ITAM y que cuenta con un panel de profesores de primer nivel, con amplia.
Como lo mencioné en mi reciente artículo “¿Hacia una Nueva Era?”, nuestro país requiere nuevos cuadros profesionales, abogados, economistas, politólogos, etc., que vean el desarrollo regulatorio como una oportunidad para ser más competitivos, no para obstaculizar las relaciones comerciales.
Seminario de Regulación: Retos y Perspectivas. ¡No faltes!
En los recientes meses, México ha atravesado profundas reformas estructurales, principalmente en tres ámbitos: competencia económica, telecomunicaciones y energía. Es la gran oportunidad de alinear incentivos y reglas del juego. De ahí que resulta fundamental hablar sobre cómo este nuevo marco regulatorio se interpretará, aplicará, incentivará inversiones, fortalecerá la competencia y legalidad.
Por estas razones es que la Asociación de Exalumnos del ITAM les invita al Seminario de Regulación: Retos y Perspectivas, en donde se sostendrán diálogos dinámicos y profundos con quienes toman decisiones en las agencias reguladoras:
- Ildelfonso Guajardo (Secretario de Economía) dará inicio con la conferencia magistral: El Estado, la gobernanza democrática de la regulación y la confianza en los mercados.
- Virgilio Andrade (Titular Comisión Federal de Mejora Regulatoria – COFEMER), Víctor Pavón (Director General de Oxford Economics) y Bernardo Altamirano (Coordinador Especialidad de Regulación del ITAM), conversarán sobre cómo generar un orden y coordinación normativa en la regulación secundaria, cuáles son las precauciones a seguir, y cómo establecer una relación transparente e incluyente con el sector industrial y los grupos de interés.
- Alejandra Palacios (Presidenta de la Comisión Federal de Competencia Económica) y Verónica Malo (Centro de Estudios Espinosa Yglesias-CEEY) conversarán con Carlos Mota (El Financiero-Bloomberg) sobre cuáles serán los ángulos de aplicación de la nueva legislación de competencia económica, así como aquellos sectores prioritarios para impulsar mayor competencia y libre concurrencia.
- Gabriel Contreras Saldívar (Presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones) y el Federico José González Luna Bueno, (Presidente de la Comisión de Radio y Televisión de la Cámara de Diputados), platicarán con Alfonso Carballo (Consultor y Extitular de COFEMER), sobre el espíritu de las reformas en telecom, radio y televisión, alcance de las mismas, y los principales retos en su aplicación.
- Guillermo Zúñiga Martínez (Comisionado de la Comisión Reguladora de Energía-CRE) y Guillermo Domínguez (Comisionado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos), platicarán con Luis Serra Barragán, (Director de Proyectos del CIDAC) sobre la nueva regulación para el sector energético, tanto la que enmarcará las condiciones de participación, competencia y consumidores, como las relativas a las nuevas modalidades de contrataciones y licitaciones.
El Seminario busca esclarecer dudas e inquietudes, por lo que también te invito a que prepares tus preguntas y comentarios. Asistir les permitirá tener una visión muy concreta de los inminentes retos, identificar temas interesantes y enfocar estrategias de sus despachos y/o clientes, entre varios aspectos. Si te interesan estos temas, ya sea desde la academia, la empresa, servicio público, consultorías y despachos, será de gran utilidad asistir para tener claros los retos y perspectivas.
Por estas razones es que te invitamos a que aproveches este espacio. El evento será el 12 de septiembre en el ITAM a partir de las 8:30 hrs. y por supuesto que pueden extender esta convocatoria a más colegas. Presiona aquí para el registro. Cupo limitado. Cualquier duda o inquietud, estamos a sus órdenes. (Pueden ocurrir cambios al programa sin previo aviso)
Atentamente,
Ana María León Bernardo Altamirano
Presidenta de la Asociación Coordinador Seminario
de Exalumnos del ITAM
México D. F., septiembre 2014.
El Péndulo Regulatorio
En los últimos meses hemos vivido cambios profundos a nuestro marco regulatorio, que modifican sustancialmente las relaciones entre Estado y mercado. Si bien es fundamental conocer el detalle técnico de cada regulación (competencia económica, telecomunicaciones y energía), también resulta indispensable plantearnos preguntas de fondo, que nos permitan entender la evolución de nuestras instituciones económicas, identificar errores y aciertos y sobre todo, perfilar una política regulatoria ordenada y sistémica, en la que se puedan articular los bienes jurídicos tutelados de la competencia económica, competitividad, crecimiento y por supuesto el bienestar y derechos de los consumidores. Les comparto mi colaboración de hoy en Reforma. Buen inicio de semana a tod@s.
La Entrevista con Sarmiento: La competencia y el consumidor
Hace unos cuanto días tuve la oportunidad de participar en La Entrevista de Sergio Sarmiento. La charla fue sobre el consumidor y la competencia. Les invito a ver esta conversación.
Foro sobre la Ley Federal de Competencia Económica
La semana pasada participé en un foro convocado por la Comisión de Comercio de la Cámara de Senadores, en la que se analizó el alcance de la minuta de la Ley Federal de Competencia Económica. En dicho espacio, presenté propuestas elaboradas por Central Ciudadano y Consumidor, en materia de: insumos esenciales, barreras a la competencia y desincorporaciones, mismas que invito a que las puedan conocer en http://www.centralcyc.mx
El Paradigma de la Competencia
La mejor manera de ampliar el bienestar de los consumidores, es mediante el impulso de una verdadera competencia económica. Debemos transitar de un paradigma paternalista de protección a uno en el que la competencia sea el centro de gravedad, propicie mejores prácticas comerciales y como consecuencia beneficie al consumidor, quien también debe asumir su responsabilidad individual. Tenemos que hacer que la competencia sea parte de nuestra cultura diaria, pues es la mejor forma de dirigirnos al progreso. Les comparto mi columna de Reforma. Durante el artículo, hago referencia a una propuesta en la que planteamos la fusión de Profeco y la Cofece, misma que también les comparto. Gracias por su interés.