Ayer tuve el privilegio de sostener un digo bilateral con el Rector de la London School of Economics and Political Science (LSE), Dr. Craig Calhoun. Fue una conversación muy interesante. Uno de los temas claves sobre los que giró la conversación fue sobre cómo impactarán las recientes reformas estructurales en materia de competencia económica, regulación y bienestar de los consumidores. Asimismo, tenía un gran interés sobre el nivel de la educación superior en México, la conformación de alianzas y redes educativas y su vinculación con la oferta laboral. Aquí les comparto el resumen de la conversación
El Paradigma de la Competencia
La mejor manera de ampliar el bienestar de los consumidores, es mediante el impulso de una verdadera competencia económica. Debemos transitar de un paradigma paternalista de protección a uno en el que la competencia sea el centro de gravedad, propicie mejores prácticas comerciales y como consecuencia beneficie al consumidor, quien también debe asumir su responsabilidad individual. Tenemos que hacer que la competencia sea parte de nuestra cultura diaria, pues es la mejor forma de dirigirnos al progreso. Les comparto mi columna de Reforma. Durante el artículo, hago referencia a una propuesta en la que planteamos la fusión de Profeco y la Cofece, misma que también les comparto. Gracias por su interés.
Preponderancia: ¿La Caída de Azcárraga y Slim?
La reciente resolución de preponderancia del IFETEL podría escenificarse como un circo romano, en donde Gabriel Contreras y los demás comisionados ponen sus espadas sobre el cuello de Emilio Azcárraga y Carlos Slim, mientras escuchan el clamor popular exigiendo sangre y muerte. Sin embargo, es un momento clave que nos obliga ver hacia adelante con objetividad y aprovechar este punto de inflexión en materia de competencia y cultura de la legalidad, para fortalecer el mercado. Les comparto mi colaboración en Reforma Negocios de ayer.
Hacia una Regulación Democrática
Las recientes reformas del Pacto por México definieron un paraguas sobre el cual se definirán regulaciones de competencia, telecomunicaciones y energéticas muy complejas, tanto desde el punto de vista técnico-jurídico, como social. Es muy importante esta oportunidad para ordenar la racionalidad de nuestras regulaciones, hacerlas lo más simples posibles y hacer que éstas representen el interés público y efectivamente sean cumplidas por todas las partes. De ahí que es conveniente hablar de una «Regulación Democrática», no sólo en cuanto a su origen, proceso y motivación, sino a que impulse una nueva educación moderna, que permita nos haga internalizar la competencia económica como parte de nuestra vida diaria.
Aquí les dejo el link para el Periódico Reforma y además el texto íntegro. Bienvenidos sus comentarios.