Ayer finalmente concluyó el proceso de aprobación de la muy cuestionada reforma fiscal. Les comparto un artículo que escribí hace una semana sobre el mal llamado impuesto a comida chatarra y a los refrescos. Como lo mencioné desde el principio: el propósito del impuesto no es la salud, sino la simple recaudación. Más allá del posicionamiento particular que se tenga al respecto, la gran mayoría de los líderes de opinión coincidieron en que se trata de un impuesto estrictamente de carácter recaudatorio y que no incide en disminuir la obesidad.
Aquí mi reflexión:
http://www.animalpolitico.com/blogueros-c-al-cubo/2013/10/24/obesidad-recaudacion-y-democracia/#axzz2jJuZJeif
Obesidad, Recaudación y Democracia.
31/10/2013 por Deja un comentario
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